La observación y el dibujo
Por: Alejandra López Riffo

Fuente imagen: Alejandra López Riffo, La captura que hace el dibujo de la imagen nos propone varios desafíos en cuanto a la observación. ¿Qué determina lo observado? Mi interés propio o cómo de pronto el mismo espacio a observar cambia el objetivo de la observación.
E
l tiempo que pasamos despiertos es alrededor de un 70% de nuestra existencia, me hace pensar en todo el tiempo que pasamos mirando, viendo, observando… constantemente todo lo que está a nuestro alrededor.
Supone un registro visual inconmensurable de miles de imágenes reales, imaginarias y ahora virtuales que tenemos en nuestra cabeza. Ese enorme banco de imágenes ha sido registrado en nuestra memoria, aunque no siempre somos conscientes de la observación que esto implica.
Todo lo que vemos está grabado en nuestra memoria, con precisión fotográfica como decimos comúnmente, y en algunas ocasiones como un difuso recuerdo. Podemos crear nuevas imágenes de ese recuerdo a través del dibujo, evocando parte de la realidad o fantaseando con imágenes oníricas, descabelladas o imposibles. Esto constituye un proceso humano muy importante para nuestro desarrollo de la capacidad creadora, que establece nuevas relaciones con el mundo.
La observación y el dibujo tienen una relación maravillosa, ya que nos permite crear un registro gráfico de la sincronización de nuestra mente, alma, ojo, y nuestra mano. De alguna manera el pensamiento creativo queda representado en el papel.
¡Niños! ¡Dibujos!

Fuente imagen: Alejandra López Riffo, Amaranta 3 años.

Fuente imagen: Alejandra López Riffo, Amaranta 4 años.
Desde muy pequeños antes de que el habla sea nuestra forma fluida de comunicarnos, el dibujo es el lenguaje con el cuál no hay más reglas, que expresar el placer por la gestualidad. Lo que vemos, imaginamos o soñamos se entrelazan con los trazos que dibujamos en todas direcciones, figuras amorfas, rayados, líneas sin fin, a los cuáles nombramos y mostramos con orgullo a nuestros padres, y, aunque no tengan parecido con la realidad, decimos: ¡Mira qué lindo me quedó el perrito que dibujé!

Fuente imagen: Alejandra López Riffo, Amaranta “Perrito” 4 años.
El trazo sin fin, sin restricción, hacia cualquier parte, incluso fuera de la hoja, en los muros de la casa incluso, son los llamados “garabatos” de la primera infancia, es una de las actividades favoritas de los niños. No existe diferencia entre la realidad que nos circunda y el mundo imaginario que creamos cuando somos niños. Así damos rienda suelta a dibujar sin pretensiones, imposiciones estéticas o académicas.
Es el placer del hacer, expresar y crear.

La observación y el dibujo tienen una relación maravillosa, ya que nos permite crear un registro gráfico de la sincronización de nuestra mente, alma, ojo, y nuestra mano. De alguna manera el pensamiento creativo queda representado en el papel.

Lowenfeld escribe que, a partir de los 9 y 12 años, el dibujo de los niños se adapta a la “realidad”. Para Lowenfeld el concepto de realismo no significa una reproducción fotográfica, si no el intento del niño por representar un objeto como concepto visual. Si permaneciera esa apertura del concepto de “realidad” muchos de los jóvenes o adultos que hoy dicen “no sé dibujar” podrían continuar expresándose por medio del dibujo.
Ya decía Le Corbusier “Prefiero dibujar a hablar. Dibujar es más rápido, y deja menos espacio para la mentira”
Esa honestidad del dibujo no debe perderse en el castigo de las normas establecidas, el dibujo es real cuando lo dejas salir libremente al universo que fue destinado.

Fuente imagen: Alejandra López Riffo, “Morta” Dibujo sobre papel, 2020.
Es difícil luego de tantas expectativas y reglas que surgen más adulto, continuar con la práctica del dibujo, ya que nuestra mente, y sobre todo el juicio externo no nos permite “imaginar”, dejarnos llevar por las formas, disfrutar de la gestualidad, es cosa de niños o en su defecto y afecto, de Artistas.
El dibujo es una herramienta que nos pertenece a todos, nos conecta con lo primigenio, en conexión con nuestro mundo interior.
Fuente imagen: Alejandra López Riffo, “Siesta pandémica” dibujo sobre papel, 2020.
Si tuvieras una libreta con todos tus dibujos desde pequeño hasta el día de hoy, te aseguro que podrías observar tu evolución y biografía como ser humano, con una belleza particular, que solo tus dibujos te podrían regalar…
Esa posibilidad es muy diferente a la de ver fotografías en un álbum familiar o en carpetas del computador. El dibujo te mostraría cómo observabas el mundo, qué colores tenía en cada etapa, qué cosas te llamaban la atención, sería como una ventana íntima a tu mundo interior.
La súper herramienta análoga
El dibujo da cuenta en qué detalles nuestra mirada se detuvo, e incluso en qué momento los elementos reales o naturales, se transformaron en un mundo nuevo. La temporalidad que posee el dibujo es tan variada como las perspectivas que tenemos de un objeto en observación. Es un tiempo que podemos manejar a través de la expresión del dibujo.
Podemos dibujar la expresión en un retrato a través de un par de líneas, así también los infinitos pliegues que tiene el rostro de un anciano, reinterpretar un rostro, deformando y construyendo una nueva realidad del retratado.

Fuente imagen: Alejandra López Riffo.“Retrato de mi hermana”, retrato a lápiz mina 2019.

Fuente imagen: Alejandra López Riffo.“Retrato”, retrato a lápiz mina, 2019.

Fuente imagen: Alejandra López Riffo.“Retrato de Calvino”, retrato a lápiz mina, 2019.
La arquitectura de la observación
El dibujo es también la arquitectura de la observación, o si se prefiere de la contemplación, ya que lo que el ojo observa, el dibujo lo registra con un elemento tan simple como es la línea que deja un lápiz.
El dibujo puede generarse a partir de la observación y llegar a un resultado imaginado y viceversa. Desde un dibujo absolutamente imaginado, realizar una observación.
Cuando nos planteamos el reto de dibujar podemos observar un modelo y conseguir el máximo de realidad en el objeto dibujado. Podemos capturar a través de la observación cada detalle posible de dibujar, y como proceso inverso, liberar el dibujo realista de todo detalle y reducirlo a sus líneas esenciales, que por simple que parezcan no evitan la esencia de lo dibujado.
La captura que hace el dibujo de la imagen nos propone varios desafíos en cuanto a la observación. ¿Qué determina lo observado? Mi interés propio o cómo de pronto el mismo espacio a observar cambia el objetivo de la observación. ¿Qué elementos son esenciales al momento de dibujar? La perfección de la reproducción o capturar la “esencia” de lo observado. ¿Existe un orden de observación para realizar un dibujo realista o desde el natural?

Desde muy pequeños antes de que el habla sea nuestra forma fluida de comunicarnos, el dibujo es el lenguaje con el cuál no hay más reglas, que expresar el placer por la gestualidad.

A diferencia de la observación científica, que tiene una estructura definida y propósito determinado, la observación de un artista o dibujante plantea leyes que solo conciernen al universo que quiere crear el artista, pese a que las referencias sean naturales o concretas, al momento de enfrentar un paisaje, objeto o un modelo humano, la observación nace desde la percepción conjunta de los sentidos y lo que el modelo provoca en el artista. Así la observación del artista es un fenómeno que se deja afectar, no permanece ajeno, más bien se involucra y puede llegar a ser una completa simbiosis con el objeto observado. De esta manera se nutre el resultado de la observación del artista, un dibujo puede solo necesitar de una línea para mostrar el sentido de la observación.
Aun teniendo una búsqueda planificada de lo que quisiera construir con el dibujo, este se ve afectado por lo que en ese momento el modelo observado, entrega como información subjetiva. Pienso que en el momento de registrar un paisaje, la temperatura ambiente afecta el modo en que dibujamos, la luz, el viento o el sonido del lugar. Es interesante este fenómeno ya que pienso en la observación subjetiva como una forma de presentarnos como seres humanos frente a los fenómenos o naturaleza. ¿Cómo no conmoverse con las variaciones de la luz en un campo abierto? cada sensación que entrega la naturaleza puede convertirse en un trazo, un segmento de línea que avanza por este universo que constituye la simpleza de una hoja de papel.

Esa honestidad del dibujo no debe perderse en el castigo de las normas establecidas, el dibujo es real cuando lo dejas salir libremente al universo que fue destinado.

Los dibujos podrían permanecer inconclusos, no por ello estarían incompletos. La búsqueda del Artista por medio del dibujo lo sitúa a la espera de lo fortuito. Estos llevan consigo algo de la veracidad que expresan los dibujos.
Dibujar la naturaleza
Ya en el siglo XV los pintores religiosos reproducían con gran verosimilitud imágenes de la naturaleza. Con diferentes propósitos, el registro de lo que se conocía en el mundo se realizaba a través del dibujo, de ahí su riqueza como documentación científica y evolución del dibujo.

Fuente imagen: Libro de Horas de Hastings. Miniatura de la anunciación de un Libro de Horas, probablemente iluminado en Gantes, c. 1480.
Durante mucho tiempo los dibujos realistas distorsionaron bastante los registros de lo natural, ya que no siempre estuvo el modelo disponible para observarlo o una referencia fotográfica que diera cuenta de su forma verídica. Un ejemplo de esto es el rinoceronte de Albrecht Dürer en 1515, aunque poderosamente realista, cuenta con un pequeño cuerno secundario sobre el lomo, que no corresponde a una estructura que se haya encontrado jamás en la vida real, la imagen fue plagiada innumerables veces, de manera tal que ese segundo cuerno aumentó progresivamente de tamaño.

Fuente imagen: Alberto Durero, Rinoceronte (1515, dibujo a tinta sobre papel), Museo británico, Londres.
Si bien es cierto la Ilustración naturalista es rigurosa en la reproducción del elemento observado, fidedigno, que obedece a leyes precisas de la información requerida, me gustaría destacar la mirada abierta del observador Artista. ¿Qué puede aportar el dibujante con elementos tan sencillos como el lápiz y el papel? Retomar la croquera, tomar apuntes del natural, bocetos, dibujos, esquemas, versus un registro fotográfico o de video.
¿Qué sentido tiene hoy?
Lo que he podido “observar” desde que comencé a realizar ilustraciones naturalistas, hace ya 6 años, es que se establece una nueva puerta de entrada al quehacer científico.

El dibujo es también la arquitectura de la observación,o si se prefiere de la contemplación, ya que lo que el ojo observa, el dibujo lo registra con un elemento tan simple como es la línea que deja un lápiz.

Lo experimenté yo misma al iniciar la aventura de ilustrar aves, principalmente. En un comienzo, aparecieron los colibríes con todo su colorido y leyendas que auspiciaban buenos augurios o mensajes de los dioses. Poco a poco me encontré con una diversidad abrumadora, sobre todo en nuestro continente americano, ¡vaya! pensé: ¿Qué colibríes tenemos? ¿Cómo puedo reconocer un macho de una hembra? ¡Es maravilloso el mundo que se abre ante tus ojos!
¡Comienzas a observar!

Fuente imagen: Alejandra López Riffo, serie “Picaflores de América”. Dibujo a lápices de colores sobre papel, 2015.
Los árboles de Santiago tenían ahora mucho más que ofrecer que la sombra en verano. Buscaba entre el follaje, desesperadamente un tordo, un mirlo, un cachudito, un chincol, chercán, tiuque, picaflor chico, queltehue, rara, tórtola, diuca, zorzal, peuco, chuncho, dormilona, codorniz, carpinterito, aguilucho, cernícalo, halcón peregrino, águila mora, en fin. Cada avistamiento fue un regalo de la naturaleza.

Fuente imagen: Alejandra López Riffo, serie “Aveschilenas”. Dibujo a lápices de colores sobre papel, 2018.
Poco a poco me fui nutriendo de un lenguaje nuevo. El mundo de las aves, los animales, la protección y conservación de la fauna, divulgación científica, etc.
La propia experiencia de la observación, la tecnología aún no la supera…
Mi familia, amigos, personas que no conozco, me preguntaban a través de redes sociales ¿Qué ave vas a ilustrar ahora? ¿De dónde es esa ave? ¡No la conocía! Gracias por compartir y mostrarnos la belleza de la fauna. Eso vale todo el esfuerzo y dedicación de horas de trabajo minucioso, en solitario, intentando reflejar la vida en un papel.

Fuente imagen: Alejandra López Riffo,“MartínPescador”. Dibujo a lápices de colores sobre papel, 2019.

Ya en el siglo XV los pintores religiosos reproducían con gran verosimilitud imágenes de la naturaleza. Con diferentes propósitos, el registro de lo que se conocía en el mundo se realizaba a través del dibujo, de ahí su riqueza como documentación científica y evolución del dibujo.

Agradezco muchísimo ese apoyo, porque motiva no solo a mí como dibujante, motiva a otros a profundizar en la increíble biodiversidad que tenemos. El Arte y la Naturaleza nos conmueve el alma y nos enseña con sentido de pertenencia.
Trabajando en equipo tenemos la oportunidad de difundir aún más el conocimiento científico, con un componente sensible, bello y singular como es el dibujo.
La diversidad de disciplinas amplía el terreno para la observación,con un elemento esencial para comprender lo que nos rodea, la sensibilidad y consciencia para ver el mundo que está esperando por nosotros.

Fuente imagen: Alejandra López Riffo,“Descanso sobre la hierva”. Dibujo atinta sobre papel, 2020.
Fuentes de consulta
– Ford, B. (21 de Octubredel 2021).Imago Mundi. http://arauco.org/SAPEREAUDE/ilustracion/ilustracioncientificasXVIII.html
– Fernández,M. (18 de Octubre del 2021). Harte con Hache.https://www.harteconhache.com/2014/06/ganda-el-rinoceronte-de-durero.html?m=0
– Lowenfeld, V. (14 de Octubre de 2021). Cadip(Desarrollo de la Capacidad Creadora).https://www.ccadip.com/post/etapas-del-dibujo-infantil-seg%C3%BAn-lowenfeld
– John Berger (2011) “Sobre el Dibujo” Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona.
– ViktorLowenfeld, W Lambert Brittain. (2008).Desarrollo de la Capacidad Creadora Intelectual y Creativa.Ed, Síntesis.
– Jaramillo, A. (2005). “Aves de Chile”. Ed, Lynx edicions.
– Alejandra_lapiz[Perfil de Instagram] (2017). https://instagram.com/alejandra_lapiz?utm_medium=copy_link

Alejandra López Riffo
Soy dibujante desde que pude tomar un lápiz, intentando capturar ideas, animales y seres que venían de todas partes. Todo ese universo que puede contener una simple hoja de papel, creo, son resabios de los primeros hombres que intentaron a través del dibujo, crear formas mágicas y poderosas de la naturaleza. Dibujar es un viaje de contemplación y observación, en donde puedo acercarme quizás… a lo profundo y complejo del subconsciente.
Esta pasión por el dibujo me llevó a estudiar Arte en la Universidad Católica de Chile. En donde realicé ayudantías en los cursos de Dibujo Figura Humana, Retrato y Paisaje en forma paralela.
En los últimos años he trabajado en el desarrollo de mi obra combinando diversas técnicas con el dibujo.
Participando en proyectos personales y colectivos.
La veracidad de mi trabajo no es más que la suma de líneas no solo gestuales del propio dibujo sino también la transformación de líneas exploratorias del proceso creativo.
Alejandra es Artista e Ilustradora Naturalista.
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Diagramación: Diana Martín, Oswaldo Romero
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